
(San Sebastián, 1947) Filósofo y escritor
español dedicado sobre todo a la reflexión sobre la ética. Profesor de
Filosofía en diversas universidades, y más tarde de Ética en la
Universidad del País Vasco, su amplia labor de divulgación y de crítica
cultural lo ha convertido en un referente imprescindible para toda una
generación en España. Sus comentarios críticos, sus gustos y claves de
lectura son determinantes para la configuración del gusto estético y de
los hábitos de lectura de su multitud de seguidores. En su obra se ha
dado, además, el raro fenómeno de que libros cuyo tema central es la
ética se hayan convertido casi en best-sellers, como ha sucedido con su Ética para Amador (1995) o El contenido de la felicidad (1996).
En su formación fue significativa sobre todo la influencia de los filósofos de la Escuela de Frankfurt, de Cioran y del pensamiento libertario de Agustín García Calvo. Codirigió, con Javier Pradera, la revista de pensamiento Claves, y fue uno de los animadores culturales más destacados de la transición española.
Irreverente en sus declaraciones, ha dado a
conocer en una abundante obra escrita sus opiniones sobre temas como los
nacionalismos, la naturaleza del poder o las posibilidades renovadoras
de la democracia. Escritor precoz, versátil e infatigable, Savater ha
participado prácticamente en todas las polémicas culturales, estéticas y
políticas de los últimos años, con numerosas intervenciones y artículos
reunidos en una larga serie de libros, entre los que cabe destacar Apología del sofista (1973), Escritos politeístas (1975), La filosofía como anhelo de la revolución (1976) y La piedad apasionada (1977). El ensayo ha sido siempre su género literario preferido y, en este sentido, Nihilismo y acción (1970) y La filosofía tachada (1972) representan las primeras demostraciones de su pensamiento vigoroso, irónico y vitalista.
Savater es un escritor multiforme,
contradictorio, torrencial; con todo, siempre conserva la fidelidad a al
menos dos constantes: el estilo marcado y un espíritu alegre, pleno,
decidido. Entre sus estudios más específicamente filosóficos se cuentan
sus diversas investigaciones sobre los objetos y los mecanismos de la
ética. La tarea del héroe (1982, Premio Nacional de Literatura) e Invención de la ética
(1982) son dos obras complementarias en las que Savater plantea y
expone las cuestiones fundamentales de su pensamiento ético, la
exigencia revolucionaria de la no-instrumentalización del hombre y la
afirmación de la capacidad de elección del sujeto humano, a pesar de la
presencia de instancias como la fatalidad y el azar.
En ellas reelabora la tradición del pensamiento
ético, y afirma la posibilidad de la justificación racional del deber de
elegir determinadas acciones y no otras. Esta elección tiene lugar en
un plano inmanente a la experiencia humana, que prescinde de Dios como
fuente de significado y de solución de escisiones y paradojas. Savater
defiende la posibilidad de una "ética trágica" que, basada en la
capacidad del deseo humano y de la expresión de la "fuerza" orientada al
cumplimiento del "bien", no resuelva los pares de opuestos
destino/libertad, sujeto de la acción/objeto del juicio que se hallan en
el pensamiento ético, sino que los conserve en la estructura de una
tensión moral permanentemente, presente en la inmanencia de los medios.
Una misma orientación presenta la obra Ética para Amador,
texto que no es un tratado de ética, ni un manual divulgativo, sino una
carta abierta al hijo adolescente del autor. Esta fórmula explica el
lenguaje directo y desenfadado del texto, su renuncia a la discusión de
teorías o a las referencias bibliográficas (aunque cada capítulo se
cierra con unas citas que invitan a prolongar la reflexión sobre el tema
aparecido en dicho capítulo). Y, sin embargo, pese a no ser un manual,
ha sido un libro muy utilizado por los profesores de la asignatura de
ética durante todo el período en que ésta ha formado parte de los planes
de estudio.
La razón que lo explica es que constituye una
valiosa invitación a la reflexión moral, redactada en un lenguaje ameno y
concebida para ser leída sin mayores requisitos que "un poco de
atención y de paciencia". Pero como no es una introducción al uso, no se
basa en la presentación neutral de teorías ajenas ni tampoco en la
presentación explícita de la propia, lo que no significa que ésta no
exista sino que está latente. En primer lugar empieza por explicar "de
qué va la ética", mostrando la necesidad del razonamiento moral,
necesidad ésta que deriva del hecho de que los hombres, a diferencia de
los animales, somos libres, tenemos que inventar y elegir, al menos en
parte, nuestra forma de vida. Libertad es decidir y eso es algo que cada
uno debe hacer. No hay recetas y el único consejo posible es "haz lo
que quieras".
Naturalmente, éste no parece un consejo moral y,
sin embargo, se convierte en el eje de la moral que propone Fernando
Savater, una moral basada en el descubrimiento de lo que cada uno
quiere, "darse la buena vida". Pero nuevamente la cuestión es saber en
qué consiste "una buena vida humana". Hacer lo que uno quiera no
significa lo mismo que hacer "lo primero que te venga en gana", ahí está
la cuestión: no es fácil descubrir qué es lo que uno realmente quiere.
La perspectiva teórica en la que se inscribe Fernando Savater es la de
la ética como amor propio, tal como la ha desarrollado en textos de los
años noventa.
Pero eso no significa olvidar el compromiso
hacia los otros. Vivir humanamente (el autor no se cansa de recordarlo)
es vivir entre humanos y tratarlos humanamente. Tratar humanamente al
otro es ponerse en su lugar. Lo que no significa sólo reconocer sus
derechos y tratarle con justicia, sino también con una justicia
simpática o con una compasión justa. Savater insiste en que la buena
vida de cada uno debe inventársela cada uno a su medida, no hay recetas
mágicas. A eso se refiere el autor cuando dice que vivir bien no es una
ciencia exacta, sino un arte en el que todo adolescente es un
principiante y que ningún adulto llega a dominar, por lo que el libro
puede ser una ayuda a unos y a otros para plantear o replantearse la
cuestión más importante a juicio de su autor. No se trata, pues, de
dilucidar sobre la existencia o no de vida después de la muerte, ni de
saber cuál es el sentido de la vida, sino simplemente de saber qué
hacer.
Además de destacado intelectual y pensador,
Savater es uno de los analistas políticos más conocidos de la España
contemporánea. Sus interpretaciones de las situaciones políticas, que
constituyen una crónica aguda y continua de la vida española de los
últimos años, se han recogido en varios libros, entre los que destacan Impertinencias y desafíos (1981) y Contra las patrias (1984). Para la anarquía (1977) y Panfleto contra el Todo
(1978) se han convertido en dos clásicos del pensamiento político
español contemporáneo, que se sitúan en la línea de la tradición
libertaria.
romi