Nace el 27 de enero de 1851. Hijo de Miguel Cané y Eufemia
Casares, es el segundo hijo del matrimonio. Hereda de su padre la admiración
por Europa
y la vocación por escribir. En 1863 muere su padre y a los
tres meses ingresa al recién fundado Colegio Nacional. Dos presencias que lo
entusiasman moldean su personalidad, El profesor y luego rector del Colegio,
Amadeo Jacques y los folletines. Jacques le descubre las modernas corrientes
del pensamiento, especialmente el positivismo y en los segundos da los primeros
pasos de lector incansable y acucioso. Más tarde descubre su pasión por la
música, el ateísmo y la vocación periodística.
El periodismo dará sencillez y espontaneidad a su prosa y
fomentará su curiosidad abierta a todo. Y como a otros escritores de su época
lo preparará para convertirse en el cronista de su generación, de su país y de
sí mismo.
A los 17 años comienza su carrera de abogado y pasa a ser
redactor de La Tribuna lo que le posibilita en febrero de 1870, acompañar a su
admirado presidente Sarmiento a Entre Ríos para entrevistarse con Urquiza.
Poco después va a conocer Europa " el centro cultural
soñado, mezcla de club, museo y sala de música".
En 1873 dirige El Nacional que apoya a la candidatura de
Avellaneda. Con el triunfo de éste inicia su segundo viaje a Europa, a su
regreso se casa con Sara Beláustegui y es diputado provincial. En 1876 ocupa
una banca en el Congreso Nacional.
En 1876 edita sus Ensayos; en ese mismo año vio nacer su
primer hijo y obtiene por fin su título de abogado. Asumió luego la
representación diplomática ante los gobiernos de Colombia y Venezuela cargo en
el que permaneció por dos años. Como resultado de esa salida del país surgió su
libro En Viaje.
Ocupó luego otros cargos públicos como la Intendencia de
Buenos Aires, el Ministerio de Relaciones Exteriores y ministro argentino en
París. Falleció en Buenos Aires en 1905.
Fue considerado por algunos historiadores de la literatura
como el escritor más representativo de la generación del 80.
Aún no cumplidos los 20 años, Cané publica en La Tribuna una
sección que titula Párrafos. Páginas breves, fragmentos casi. Esta denominación
inicial incluye toda la prosa de Cané. Casi todas sus obras son colección de
artículos periodísticos nacidos en el hecho mismo que los provocó. Cuando
acusan tal origen -En viaje, Juvenilia- el mismo autor se complace en llamarlos
apuntes, "charlas descosidas" nacidas sin plan previo "de una
sucesión de cuadros tomados en el momento de reflejarse en mi espíritu por la impresión".
Sus páginas surgidas espontáneamente, "sin plan y sin
medida", sin reelaboración, deben entenderse como una charla amable entre
el escritor y el lector.
Aunque Cané no escribe para las muchedumbres como sus
admirados Dickens y Shakespeare, no restringe su auditorio sino que lo amplia e
incluye al lector culto porteño.
Juvenilia: es un relato en primera persona donde el relator
da unidad a los primeros episodios que surgen como recuerdos deshilvanados, sin
desarrollo lineal.. Hay un melancólico contrapunto entre la adolescencia
despreocupada de ayer y el hombre maduro de hoy. El ámbito de la obra es el
perímetro del colegio, ampliado durante el período de vacaciones en la
Chacarita de los Colegiales. Sin embargo, a él confluyen los ecos ciudadanos y
los conflictos nacionales, el mundo de afuera aparece como réplica del mundo de
adentro.
Argumento
Poco después de la muerte de su padre, Cané ingresa como
pupilo al Colegio Nacional de Buenos Aires. El niño sufre entonces un duro
proceso de adaptación ya que se ve sometido a una severa disciplina: levantarse
al alba, comer alimentos poco agradables, etc. Los capítulos posteriores
relatan las travesuras y rencillas que se suscitan a diario entre los
estudiantes. Una figura surge nítidamente como guía rectora: la de su querido
profesor Amadeo Jacques. Después de varios años Cané regresa al Colegio ahora
como docente- y los recuerdos juveniles impregnan su corazón de suave
melancolía.
romi