Seguramente ustedes, al igual que yo, han lanzado al viento más de un “el día que me quieras tendrá más luz que junio”, ¿verdad? Y es que en ese deseo cabe un montón de sensaciones, pues representa la plenitud, el sosiego de nuestro aforo de añoranzas: si antes el tiempo corría veloz y falazmente, a la llegada de el día todo a nuestro alrededor se detiene, es la cima, la cúspide del placer. Y es Amado Nervo quien escribe y describe el día anhelado con soberbio -y claro está, dulzón, empalagoso y quizá exagerado- romanticismo, a pesar de que su poesía se adscribió mayormente a la estética modernista.
Reseña biográfica
Poeta mexicano nacido en Tepic, Nayarit en 1870.
En su juventud quiso ser clérigo, pero muy pronto se vio atraído por los variados estímulos de la vida, los viajes, los amores y la misma poesía. Su iniciación estética fue marcada por el influjo de Gutiérrez Nájera y de los grupos que se congregaban alrededor de «La revista azul» y «Revista moderna», en cuyas páginas se desbordaba todo el ímpetu del modernismo americano.
Entre el conjunto de su creación, se destacan sus libros «Serenidad» «Elevación», «Plenitud» y «La amada inmóvil».
Falleció en Montevideo, Uruguay en 1919. ©
romi
El día que me quieras
El día que me quieras tendrá más luz que junio...
El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quiera
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
a la maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios
Amado Nervo
Reseña biográfica
Poeta mexicano nacido en Tepic, Nayarit en 1870.
En su juventud quiso ser clérigo, pero muy pronto se vio atraído por los variados estímulos de la vida, los viajes, los amores y la misma poesía. Su iniciación estética fue marcada por el influjo de Gutiérrez Nájera y de los grupos que se congregaban alrededor de «La revista azul» y «Revista moderna», en cuyas páginas se desbordaba todo el ímpetu del modernismo americano.
Entre el conjunto de su creación, se destacan sus libros «Serenidad» «Elevación», «Plenitud» y «La amada inmóvil».
Falleció en Montevideo, Uruguay en 1919. ©
romi
8 comentarios:
a mi me sale más lo de "la rosa que engalana, se vestirá de fiesta con su mejor color", a lo gardel.
Ro, que bello poema, gracias por traerlo, a ver cuando te venís por casa,llamame y arreglamos.
Te mando miles de besos, te quiero mucho.
Marcela Constantini
Hola guapa.
Un bello poema.
Yo tambien crei que el texto seria la bella y conocida cancio "el dia que me quieras".
Nunca pierdas la esperanza, porque el amor y el querer forma parte de nuestro destino...
...y esta todo escrito.
Un abrazo.
Ricard.
Muy buen poema Ro, Amado Nervo tiene unos poemas hermosos, gracias por compartirlo.
Besos
Mauro French
Hola Raul, ese tema es realmente hermoso más cantado por Gardel.
"La noche que me quiera desde el azul del cielo, las estrellas celosas nos mirarán pasar."
Cariños
Marcelita, bueno un poco tarde para contestarte, ya nos vimos y lo pasamos relindo, gracias por todo, te quiero mucho.
Besotes
Hola Ricard, tambien creí eso, pero bueno este poema es muy bello, y creo que nunca hay que perder las esperanzasd, el amor siempre llega.
Cariños
Maurii, sep es hermoso el poema,.
Besos
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