(Toay, La Pampa, 17 de marzo de 1920
– Buenos Aires, 15 de agosto de 1999). Su nombre completo era Olga Noemí
Gugliotta Orozco. Poeta, narradora y periodista. Una de las voces mayores de la
lírica en lengua castellana. Se relaciona con la generación del cuarenta (a la
que pertenece) y con el surrealismo (aunque ella aclaraba que nunca había hecho
asociación libre ni escritura automática, según cita Manuel Ruano).
Algunas distinciones: Gran
Premio del Fondo Nacional de las Artes, Premio Esteban Echeverría de Poesía,
Primer Premio Nacional de Poesía, Gran Premio de Honor de la SADE, Láurea de
Poesía de la Universidad de Turín, Premio Gabriela Mistral, otorgado
por la OEA, Premio Juan Rulfo.
Poemas suyos han sido traducidos al
francés, ingles, italiano, alemán, rumano, hindú, portugués y japonés.
Olga Orozco decía que la obra
literaria que más apreciaba era En busca del tiempo perdido porque
Marcel Proust "en una gota de agua encontraba un laberinto". Lo mismo
puede aplicarse a la poesía de la propia Olga. Desde su primer libro (1946), la
poeta opta por versos larguísimos, sin metro regular ni rima, por frases con
subordinadas, donde cada palabra abre un haz de asociaciones que se despliegan
en una nueva frase que maravilla. Pero, al mismo tiempo, recorrer sus versos y
seguirlos en toda su riqueza supone un entrenamiento para el lector. Por otra
parte, éste repara en que la imagen sorprendente está lejos del juego (aunque
sabemos que en ocasiones hacía cadáveres exquisitos). La nutrida literatura que
ha pasado por los ojos de Olga Orozco, incluso de filósofos y epistemólogos,
lejos de entorpecer, constituyen una apertura en la obra de esta escritora que
también es una escucha atenta del mundo de lo oculto. "Creo más en lo que
no veo que en lo que veo", nos decía. Sin embargo, en esta época
posmoderna en que el mundo de lo esotérico es algo tan socorrido, estos
elementos no son en sus textos lugar común, sino otra forma de llevar los
interrogantes a una profundidad mayor.
El tiempo, la infancia, la evocación de un paraíso
perdido, de una época de unión mística persiste a lo largo de su obra con
elementos de una religiosidad abierta. También la literatura forma parte de la
temática, como en su libro Las muertes, en el que personajes
literarios escriben su propio epitafio. Dice en el poema que da nombre al
volumen Con esta boca, en este mundo: "He dicho
ya lo amado y lo perdido, / trabé con cada sílaba los bienes y los males que
más temí perder. / Nuestro largo combate fue también un combate con la muerte,
poesía. / Hemos ganado. Hemos perdido".
Olga Orozco hablaba de su forma de escribir un poema.
Dice que pasa por momentos de felicidad y de angustia. Que conoce
algo del principio y del final pero no de lo que va en el medio, camino
salvaje, desconocido, donde el poeta "es como un cazador que va en
persecución de la imagen, de la palabra justa", que tiene que elegir a
cada paso y duda de "haber acertado con el centro al que apuntaba el
poema". Distingue dos momentos: uno "en que tal vez haya como un
gesto de estar esperando la voz, esa voz con otra dimensión, pero luego empieza
el trabajo". Componía los poemas con lentitud, en varios días.
Elegimos tres poemas
no tan extensos ni de versos tan desmesurados como los que la caracterizan, que
tratan el tema de la separación en distintas circunstancias. Es uno de los más
recurrentes, con el del tiempo (otra forma de distancia), el recuerdo y la
tentación, el error (“el laberinto del error”).
En No hay
puertas, poema extenso, entre sus logros casi constantes, aparece una
imagen que nos recuerda la pintura surrealista. El yo poético, tras el
abandono, dice que ha visto a la soledad: “desplegar en medio de una sala/
esa lluvia que cae/ junto al mar/ lejos, en otra parte.” Este es un
ejemplo de esa descontextualización entre un interior y un exterior, que se dan
en la plástica. No hay en la poeta rupturas sintácticas y las agramaticalidades
se resuelven por la lectura poética y el análisis.
En el poema 13 del
libro Cantos de Berenice, escrito luego de la muerte de la
gata negra con la que vivió más de quince años, el homenaje a Edgar Allan Poe
–que viene desde el nombre– es otro caso en que lo intertextual y lo mítico del
felino a lo largo de la historia se entretejen con la relación cotidiana y
personal entre el yo poético y la gata.
En Mujer
en su ventana, después de la muerte de su pareja, Olga realiza otra
Olga Orozco cuenta
con dos libros de relatos en prosa realizados con un material que escribió en
el consultorio de su psicoanalista, acerca de los recuerdos de infancia: La
oscuridad es otro sol y La luz es un abismo
OBRA POÉTICA
Desde lejos (Buenos Aires, Losada,1946)
Las muertes (Buenos Aires, Losada,
1951).
Los juegos
peligrosos (Buenos Aires,
Losada, 1962).
Museo salvaje (Buenos Aires, Losada,
1974).
Cantos a Berenice (Buenos Aires, Sudamericana,
1977).
Mutaciones de la
realidad (Buenos Aires,
Sudamericana, 1979).
La noche a la deriva (Buenos Aires,
Sudamericana,1984 ).
En el revés del cielo (Buenos Aires, Sudamericana,
1987).
Con esta boca, en
este mundo (Buenos Aires,
Sudamericana, 1994).
Relámpagos de lo
invisible (Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica,1997).
OBRA NARRATIVA
(Relatos)
La oscuridad es otro
sol (Buenos Aires,
Sudamericana,1967)
También la luz es un
abismo (Buenos Aires,
Emecé, 1995).
romi
10 comentarios:
Hola Romi, gracias por publicar a Olga Orozco, la admiro mucho,como estás tanto tiempo? espero estés más seguido por acá niña, se te extraña-
Besos
Maria Constantini
Ro, amo a Orozco, tenía una ternura especial para escribir, gracias por esta publicación.
Besos
Juan Ortega
Fue una gran poeta y sus textos a menudo me conmovieron
besos linda
jc
Maravillosa la obra poetica de la gran escritora argentina Olga Orozco.
Gracias Romi por compartirnos tus inquietudes literarias.
Un abrazo
mara
Hola María Constantini gracias por tu visita, tambien los extraño mucho, ahí ando con problemas de salud con mi abuelito
Besos
Juan me alegro que yte haya gustado, gracias por tu visita.
Cariños
Hola Juan, si, aparte de ser pampeana amaba alos gatos como yo, gracias por tu visita.
Besos
Mara que alegría leerte, admiro Olga Orozco, ya visitaré tu blog.
Cariños
Mara que alegría leerte, admiro Olga Orozco, ya visitaré tu blog.
Cariños
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