"Las cinco ciudades más lorquianas del mundo, Fuente Vaqueros, Madrid, Nueva York, La Habana y Buenos Aires, se unieron hoy,"5 a las 5 en 5", en el 113 aniversario del poeta granadino, un acto con el que el pueblo de García Lorca conmemora su nacimiento desde hace 35 años"
De los muchos misterios de la guerra civil española, quizá ninguno ha despertado tanto interés ni suscitado tantas interpretaciones, como la muerte de Federico García Lorca, el célebre poeta originario de Fuente Vaqueros, en pleno corazón de la vega granadina.
Poeta universal, llegaba hace 78 años a Buenos Aires, donde viviera entre octubre de 1933 y fines de marzo de 1934 recordándolo en el 113 aniversario de su nacimiento (5 de junio de 1898)
Tras la edición en Madrid de su "Romancero Gitano", en junio de 1928, viajó a los Estados Unidos de América, vía Londres, invitado por la Universidad de Columbia. Le acompañaba Fernando de los Ríos. Ya era considerado por la crítica como uno de los valores poéticos más originales de su tiempo y había estrenado varias obras teatrales, entre ellas "Mariana Pineda". En los EE.UU. asistió a teatros, cines, museos y conciertos de jazz, género al que se aficionara. Fue huésped de Philip Cummings, en Vermont y en Nueva York residió en el John Jay Hall de la Universidad de Columbia, donde se matriculara, permaneciendo hasta enero de 1930. Allí comenzó la obra "Poeta en Nueva York" y desarrolló el guión de "Viaje a la Luna", comenzando a escribir "El Público".
Marchó a La Habana, invitado por la Institución Hispano-Cubana de Cultura, pronunciando varias conferencias en la capital cubana.
De vuelta en España, siguió en su actividad literaria. En 1931 publicó algunos poemas de "Poeta en Nueva York" y "El Poema del Cante Jondo". También concluyó "Así que pases cinco años".
Por especial encargo del Ministerio de Instrucción Pública de la República Española, fundó y dirigió con Eduardo Ugarte el teatro universitario ambulante "La Barraca". Con un elenco de artistas ambulantes, representan con altura obras clásicas del teatro español, llevándolas a pueblos pequeños y casi desconocidos, en los que la mayor parte de sus habitantes nunca habían tenido la posibilidad de asistir a una representación teatral. Llevando el arte con "La Barraca", Lorca recorre varias regiones de España, entre otras, Galicia, donde su sensibilidad de artista recibió el influjo lírico de esa tierra. El resultado poético fueron seis poemas lengua gallega.
Contemporáneamente, desarrollando su prolífica su obra creadora, escribe "Bodas de Sangre" (1933).
Es en estos años cuando desarrolla gran amistad con José Antonio Primo de Rivera, hijo de D. Miguel Primo de Rivera y fundador de la Falange Española, también poeta.
En agosto de 1933 culmina una gira teatral con "La Barraca". Descansa unas semanas en Granada y retorna a Madrid, abocándose a la preparación de su viaje a la República Argentina.
Federico García Lorca en Argentina
Acompañado por el escenógrafo catalán Manuel Fontanals y la hija de éste, se embarca en Barcelona en el vapor de bandera italiana "Conte Grande", de la Societá di Navigazione en la línea Mediterráneo-Río de la Plata, que zarpa del puerto de la Ciudad Condal el 29 septiembre de 1933. En viaje, García Lorca trabaja en "Yerma" y en la redacción de la conferencia "Juego y teoría del duende". Tras quince días de plácida navegación, en un barco entonces moderno (había sido botado en 1928) con escalas en los puertos de Las Palmas de Gran Canaria, Río de Janeiro y Montevideo, la nave arriba al puerto de Buenos Aires el 13 de octubre de 1933.
García Lorca, que entonces contaba 35 años y estaba en el apogeo de su creatividad literaria y de su encanto poético, era consciente de la admiración que despertaba. Llegaba a Buenos Aires invitado para dar conferencias sobre literatura por la sociedad Amigos del Arte, tras el éxito de "Bodas de Sangre", interpretada por Lola Membrives en el Teatro Maipo. La prensa porteña le dedica importantes espacios. El triunfo del poeta en la capital argentina era previsible.
Aún así, la bienvenida porteña le conmovió hondamente y, al escribir a sus padres, lo hizo contándoles que "...me esperaba una nube de gente, entre ellos, el embajador, el ministro de Colombia, poetas y fotógrafos...Un escandalazo...".
Desde el principio se establece un fuerte vínculo con un público que lo entiende y lo aclama.
Lorca se hospedó en la habitación 704 del Hotel Castelar, situado en Avenida de Mayo 1152 (la Gran Vía porteña), que era entonces uno de los hoteles más suntuosos de la ciudad y hasta hoy conserva las características de distinción de los establecimientos de categoría de aquella época.
El ingeniero José Pinzone comenzó su construcción en 1928, siguiendo los planos del arquitecto italiano Mario Palanti (identificado con el eclecticismo). En su construcción se utilizaron materiales de la mejor calidad, como el mármol de Carrara. Cuando el hotel abrió sus puertas, a principios de los años 30, era el edificio de mayor altura en la Avenida de Mayo, con 33 metros sobre el nivel del suelo y el primero en Sudamérica que contaba con un salón refrigerado de 12 por 46 metros (con temperatura seis grados menor que la ambiente). Su primer propietario fue D. Francisco Piccaluga, que lo denominó "Castelar" en homenaje al político, escritor y estadista gaditano de tendencia republicana, que fuera presidente de la Republica Española (7 de septiembre de 1873 - 3 de enero de 1874), D. Emilio Castelar y Ripoll, personalidad de la que Piccaluga era admirador. La crónica periodística de la inauguración refería que "…El nombre del Castelar, eufórico y al mismo tiempo homenaje al ilustre tribuno, dice claramente que se trata de una iniciativa hispánica de españoles netos…".
El hotel está situado a una cuadra (calle) del Teatro Avenida, sala de grandes éxitos lorquianos, y en aquellos años, en su subsuelo, donde actualmente se encuentra el Spa, funcionó a partir de 1932 "Signo", un sitio de encuentro de las artes y las letras, con escenario de reducidas dimensiones, donde se interpretaban poesías y se presentaban artistas.
La misma noche del 13 de octubre de 1933, día de su llegada, García Lorca asistió al estreno de la obra "El mal de la juventud", de Ferdinand Bruckner, versión española de Pablo Suero, en el Teatro Smart (ahora Blanca Podestá), en la avenida Corrientes entre las calles de Talcahuano y Libertad. Tras la representación dijo: "...estoy maravillado, sería imposible poner hoy en Madrid una obra tan atrevida...".
El 14 de octubre visita la casa del escritor Pablo Rojas Paz y su esposa Sara Tornú, en la calle Charcas entre las de Suipacha y Carlos Pellegrini y allí le presentan al poeta chileno Pablo Neruda, que entonces prestaba funciones en calidad de cónsul de Chile en Buenos Aires. Allí también conoce a los poetas Oliverio Girondo, Norah Lange, Raúl González Tuñón, Conrado Nalé Roxlo y José González Carbalho y al pintor Jorge Larco, autor de los decorados de "Bodas de Sangre", volviendo a encontrar a Amado Villar, a quien conociera en Madrid.
El 20 de octubre dio su conferencia "Juego y Teoría del Duende", en la sede de la institución Amigos del Arte, que dirigía la señora Bebé Sansinena de Elizalde, una mujer progresista de la época
El 25 de octubre, la compañía de Lola Membrives repone en el Teatro Avenida la obra "Bodas de Sangre", que con éxito extraordinario había representado el año anterior en el teatro Maipo.
"Bodas de Sangre" había sido estrenada el 29 de julio de 1933 en el teatro Maipo, de la calle Esmeralda al 400, entre Lavalle y Avda. Corrientes. Antes representada por la compañía de Josefina Díaz en Madrid y en Barcelona, salvo las ovaciones de las noches de estreno, el público español le brindó tibia acogida, contrastando con el éxito alcanzado en Argentina y Uruguay, donde además de las primeras veinte representaciones en el Maipo, la compañía realizó una gira, presentando la obra en Montevideo, Rosario y Córdoba.
Edmundo Guibourg, destacado escritor, periodista y crítico de teatro, escribía en el diario Crítica, de Natalio Botana que "Pocas veces los cronistas teatrales porteños han estado tan unánimes en exaltar los méritos de una novedad extranjera".
Con todo el apoyo del público y de la crítica, Lola Membrives decidió reponer la obra en el teatro Avenida, con decorados de Jorge Larco con el especial agregado de la presencia del autor quien, dirigiéndose al público agradeció el fervoroso recibimiento diciendo: "En los comienzos de mi vida de autor, yo considero como fuerte espaldarazo esta ayuda atenta de Buenos Aires, que correspondo buscando su perfil más agudo entre sus barcos, sus bandoneones, sus finos caballos tendidos al viento, la música dormida de su castellano suave y los hogares limpios del pueblo donde el tango abre el crepúsculo de sus mejores abanicos de lágrimas". Mas tarde, diría que casi con certeza esa había sido la noche más feliz de su vida. Contaba que. "...al aparecer yo en el escenario una voz dijo: ¡de pie!, y todo el mundo se puso de pie y me dio una ovación de cinco minutos... Yo me acordé de Ugarte y de Ignacio, que decían que esto pasaría en Madrid, pero ha pasado en Buenos Aires".
Esa noche Federico, con la sensibilidad del artista y el apasionado corazón del poeta descubrió en los porteños a un público que siente y se inflama ante la fuerza del teatro, sintiéndose comprendido en su expresión creadora y en su obra no ya por académicos de formación, sino por quienes se conmueven con lo profundo de la palabra, de la música y el gesto dramático.
García Lorca participó en la vida social de Buenos Aires, cultivando su amistad con Neruda, frecuentando a Victoria Ocampo, al poeta Ricardo L. Molinari y a Salvador Novo, entre otros.
Todavía en el mes de octubre, siguió brindando sus conferencias: "Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre", "Un poeta en Nueva York", "El cante jondo. Primitivo cante andaluz".
Una noche de noviembre, posiblemente la del día 6, el poeta, escritor, autor teatral, guionista cinematográfico y periodista César Tiempo (Israel Zeitlin quien, aunque nacido en Ucrania había cumplido su primer año de vida en buenos Aires), le presentó a Carlos Gardel, habiendo ocurrido el encuentro en la puerta del Teatro Smart. Quedaron en volverse a encontrar, pero no hubo otro encuentro entre ambos.
El 20 de noviembre García Lorca y Neruda, durante una comida ofrecida por el Pen Club, brindaron homenaje al poeta nicaragüense Rubén Darío con un magnífico discurso al alimón (a dos voces).
El 1 de diciembre, Lola Membrives estrena "La Zapatera Prodigiosa", en el Teatro Avenida, con vestuario y decorados del escenógrafo catalán Manuel Fontanals.
Mientras tanto, García Lorca, figura de gran popularidad en la ciudad, recorre distintos lugares: camina por la Avenida de Mayo, por Corrientes, por la calle Florida, va al café Tortoni, asiste a la peña "El Signo", en el subsuelo del Hotel Castelar, frecuentada por la flor y nata de las letras, intelectuales y artistas argentinos y extranjeros, como Alfonsina Storni, Oliverio Girondo, Conrado Nalé Roxlo y Jorge Luis Borges, entre otros. El tango no falta y es música del gusto de Federico, especialmente "El Ciruja", con letra de Francisco Alfredo Marino y música de Ernesto de la Cruz. Otro de los atractivos de Buenos Aires para él son los dulces, de los que no se priva en su recorrida por las confiterías porteñas.
No deja de pensar en los suyos, especialmente en su madre, para quien compra numerosos regalos.
Navega entre las islas del Delta y, en el mes de diciembre, viaja a Rosario de Santa Fe, donde brinda su conferencia "Juego y teoría del duende".
Ya en enero de 1934, el día 12 Lola Membrives estrena "Mariana Pineda" en el Teatro Avenida, suspendiéndose las representaciones el día 20, por enfermedad de la señora Membrives, quien decide viajar durante el período de reposo a Montevideo y lleva a Federico a la capital uruguaya. Federico se aloja en el Hotel Carrasco, en una elegante zona del sudeste de la ciudad, desarrollando intensa actividad social y brindando conferencias. Entre sus relaciones en la capital uruguaya pueden mencionarse, entre otros, al entonces embajador de España D. Enrique Díez-Canedo, José Mora Guarnido, un viejo amigo de Granada, la escritora Juana de Ibarbourou y Enrique Amorim.
El 16 de febrero retorna a Buenos Aires.
El 1 de marzo Lola Membrives reinicia las representaciones de "Mariana Pineda" en el Teatro Avenida.
El 4 de marzo, la compañía de Eva Franco estrena con éxito en el Teatro Comedia (que estaba en la calle Carlos Pellegrini al 200), la versión de Federico García Lorca de "La dama boba", obra de Lope de Vega, que en la adaptación se convierte en "La niña boba".
La madrugada del 26, después de la función, en el vestíbulo del teatro Avenida, García Lorca junto con Fontanals ofrece una función de títeres que dedica a los cronistas de teatro y a los escritores de la ciudad de Buenos Aires, estrenando "El Retablillo de don Cristóbal y doña Rosita".
El mismo 26 de marzo de 1934, acompañado entre otros por Manuel Fontanals e Isidro J. Odena, se despide de Buenos Aires, a través de Radio Stentor, que a tal fin instaló equipos en el subsuelo del Hotel Castelar.
Lo hizo expresando, entre otros conceptos: "Cuando llegue a Buenos Aires, me pidieron que saludara al público desde el balcón invisible de la radio, y rehusé porque, dentro de mi carácter sencillo, encontré desorbitada la proposición. Tengo miedo siempre de ser molesto y me da rubor la popularidad adquirida siempre a costa del paisaje tranquilo de nuestra vida íntima.
Hoy yo mismo acudo a despedirme de vosotros, porque ya entre los que me escuchan hay muchos cientos de amigos míos.
Yo vengo solamente a dar gracias por el interés y la cordialidad con que me habéis tratado en estos seis meses. Me voy con gran tristeza, tanta, que ya tengo ganas de volver.
Ahora pienso en los días de nostalgia que voy a pasar en Madrid recordando el ahora barro fresco, olor a búcaro andaluz, que tienen las orillas del río, y el deslumbramiento de la tremenda llanura donde se anega la ciudad, en una melancólica música de hierbas y balidos. Yo sé que existe una nostalgia de la Argentina, de la cual no me veré libre y de la cual no quiero librarme porque será buena y fecunda para mi espíritu.
Adiós a todos y salud. Dios quiera que nos volvamos a ver y desde luego yo, siempre que escriba mis nuevas obras de teatro, pensaré siempre en este país que tanto aliento me ha dado como escritor. Hasta la vuelta".
El día siguiente, 27 de marzo de 1934, García Lorca partía de Buenos Aires hacia Barcelona a bordo del "Conte Biancamano", buque gemelo del "Conte Grande".
Quedó en Buenos Aires la imborrable huella de su presencia y, aunque no pudo volver físicamente, nunca dejó de estar presente en ésta capital del Plata.
En agosto de 1936, a poco de iniciarse la guerra civil "Muerto cayó Federico /- sangre en la frente y plomo en las entrañas -/... Que fue en Granada el crimen/ sabed -¡pobre Granada! -, en su Granada" y así lo recuerda Antonio Machado, abriendo con su pluma la trilogía "El crimen fue en Granada".
romi
De los muchos misterios de la guerra civil española, quizá ninguno ha despertado tanto interés ni suscitado tantas interpretaciones, como la muerte de Federico García Lorca, el célebre poeta originario de Fuente Vaqueros, en pleno corazón de la vega granadina.
Poeta universal, llegaba hace 78 años a Buenos Aires, donde viviera entre octubre de 1933 y fines de marzo de 1934 recordándolo en el 113 aniversario de su nacimiento (5 de junio de 1898)
Tras la edición en Madrid de su "Romancero Gitano", en junio de 1928, viajó a los Estados Unidos de América, vía Londres, invitado por la Universidad de Columbia. Le acompañaba Fernando de los Ríos. Ya era considerado por la crítica como uno de los valores poéticos más originales de su tiempo y había estrenado varias obras teatrales, entre ellas "Mariana Pineda". En los EE.UU. asistió a teatros, cines, museos y conciertos de jazz, género al que se aficionara. Fue huésped de Philip Cummings, en Vermont y en Nueva York residió en el John Jay Hall de la Universidad de Columbia, donde se matriculara, permaneciendo hasta enero de 1930. Allí comenzó la obra "Poeta en Nueva York" y desarrolló el guión de "Viaje a la Luna", comenzando a escribir "El Público".
Marchó a La Habana, invitado por la Institución Hispano-Cubana de Cultura, pronunciando varias conferencias en la capital cubana.
De vuelta en España, siguió en su actividad literaria. En 1931 publicó algunos poemas de "Poeta en Nueva York" y "El Poema del Cante Jondo". También concluyó "Así que pases cinco años".
Por especial encargo del Ministerio de Instrucción Pública de la República Española, fundó y dirigió con Eduardo Ugarte el teatro universitario ambulante "La Barraca". Con un elenco de artistas ambulantes, representan con altura obras clásicas del teatro español, llevándolas a pueblos pequeños y casi desconocidos, en los que la mayor parte de sus habitantes nunca habían tenido la posibilidad de asistir a una representación teatral. Llevando el arte con "La Barraca", Lorca recorre varias regiones de España, entre otras, Galicia, donde su sensibilidad de artista recibió el influjo lírico de esa tierra. El resultado poético fueron seis poemas lengua gallega.
Contemporáneamente, desarrollando su prolífica su obra creadora, escribe "Bodas de Sangre" (1933).
Es en estos años cuando desarrolla gran amistad con José Antonio Primo de Rivera, hijo de D. Miguel Primo de Rivera y fundador de la Falange Española, también poeta.
En agosto de 1933 culmina una gira teatral con "La Barraca". Descansa unas semanas en Granada y retorna a Madrid, abocándose a la preparación de su viaje a la República Argentina.
Federico García Lorca en Argentina
Acompañado por el escenógrafo catalán Manuel Fontanals y la hija de éste, se embarca en Barcelona en el vapor de bandera italiana "Conte Grande", de la Societá di Navigazione en la línea Mediterráneo-Río de la Plata, que zarpa del puerto de la Ciudad Condal el 29 septiembre de 1933. En viaje, García Lorca trabaja en "Yerma" y en la redacción de la conferencia "Juego y teoría del duende". Tras quince días de plácida navegación, en un barco entonces moderno (había sido botado en 1928) con escalas en los puertos de Las Palmas de Gran Canaria, Río de Janeiro y Montevideo, la nave arriba al puerto de Buenos Aires el 13 de octubre de 1933.
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Federico G.Lorca en Buenos Aires |
Aún así, la bienvenida porteña le conmovió hondamente y, al escribir a sus padres, lo hizo contándoles que "...me esperaba una nube de gente, entre ellos, el embajador, el ministro de Colombia, poetas y fotógrafos...Un escandalazo...".
Desde el principio se establece un fuerte vínculo con un público que lo entiende y lo aclama.
Lorca se hospedó en la habitación 704 del Hotel Castelar, situado en Avenida de Mayo 1152 (la Gran Vía porteña), que era entonces uno de los hoteles más suntuosos de la ciudad y hasta hoy conserva las características de distinción de los establecimientos de categoría de aquella época.
El ingeniero José Pinzone comenzó su construcción en 1928, siguiendo los planos del arquitecto italiano Mario Palanti (identificado con el eclecticismo). En su construcción se utilizaron materiales de la mejor calidad, como el mármol de Carrara. Cuando el hotel abrió sus puertas, a principios de los años 30, era el edificio de mayor altura en la Avenida de Mayo, con 33 metros sobre el nivel del suelo y el primero en Sudamérica que contaba con un salón refrigerado de 12 por 46 metros (con temperatura seis grados menor que la ambiente). Su primer propietario fue D. Francisco Piccaluga, que lo denominó "Castelar" en homenaje al político, escritor y estadista gaditano de tendencia republicana, que fuera presidente de la Republica Española (7 de septiembre de 1873 - 3 de enero de 1874), D. Emilio Castelar y Ripoll, personalidad de la que Piccaluga era admirador. La crónica periodística de la inauguración refería que "…El nombre del Castelar, eufórico y al mismo tiempo homenaje al ilustre tribuno, dice claramente que se trata de una iniciativa hispánica de españoles netos…".
El hotel está situado a una cuadra (calle) del Teatro Avenida, sala de grandes éxitos lorquianos, y en aquellos años, en su subsuelo, donde actualmente se encuentra el Spa, funcionó a partir de 1932 "Signo", un sitio de encuentro de las artes y las letras, con escenario de reducidas dimensiones, donde se interpretaban poesías y se presentaban artistas.
La misma noche del 13 de octubre de 1933, día de su llegada, García Lorca asistió al estreno de la obra "El mal de la juventud", de Ferdinand Bruckner, versión española de Pablo Suero, en el Teatro Smart (ahora Blanca Podestá), en la avenida Corrientes entre las calles de Talcahuano y Libertad. Tras la representación dijo: "...estoy maravillado, sería imposible poner hoy en Madrid una obra tan atrevida...".
El 14 de octubre visita la casa del escritor Pablo Rojas Paz y su esposa Sara Tornú, en la calle Charcas entre las de Suipacha y Carlos Pellegrini y allí le presentan al poeta chileno Pablo Neruda, que entonces prestaba funciones en calidad de cónsul de Chile en Buenos Aires. Allí también conoce a los poetas Oliverio Girondo, Norah Lange, Raúl González Tuñón, Conrado Nalé Roxlo y José González Carbalho y al pintor Jorge Larco, autor de los decorados de "Bodas de Sangre", volviendo a encontrar a Amado Villar, a quien conociera en Madrid.
El 20 de octubre dio su conferencia "Juego y Teoría del Duende", en la sede de la institución Amigos del Arte, que dirigía la señora Bebé Sansinena de Elizalde, una mujer progresista de la época
El 25 de octubre, la compañía de Lola Membrives repone en el Teatro Avenida la obra "Bodas de Sangre", que con éxito extraordinario había representado el año anterior en el teatro Maipo.
"Bodas de Sangre" había sido estrenada el 29 de julio de 1933 en el teatro Maipo, de la calle Esmeralda al 400, entre Lavalle y Avda. Corrientes. Antes representada por la compañía de Josefina Díaz en Madrid y en Barcelona, salvo las ovaciones de las noches de estreno, el público español le brindó tibia acogida, contrastando con el éxito alcanzado en Argentina y Uruguay, donde además de las primeras veinte representaciones en el Maipo, la compañía realizó una gira, presentando la obra en Montevideo, Rosario y Córdoba.
Edmundo Guibourg, destacado escritor, periodista y crítico de teatro, escribía en el diario Crítica, de Natalio Botana que "Pocas veces los cronistas teatrales porteños han estado tan unánimes en exaltar los méritos de una novedad extranjera".
Con todo el apoyo del público y de la crítica, Lola Membrives decidió reponer la obra en el teatro Avenida, con decorados de Jorge Larco con el especial agregado de la presencia del autor quien, dirigiéndose al público agradeció el fervoroso recibimiento diciendo: "En los comienzos de mi vida de autor, yo considero como fuerte espaldarazo esta ayuda atenta de Buenos Aires, que correspondo buscando su perfil más agudo entre sus barcos, sus bandoneones, sus finos caballos tendidos al viento, la música dormida de su castellano suave y los hogares limpios del pueblo donde el tango abre el crepúsculo de sus mejores abanicos de lágrimas". Mas tarde, diría que casi con certeza esa había sido la noche más feliz de su vida. Contaba que. "...al aparecer yo en el escenario una voz dijo: ¡de pie!, y todo el mundo se puso de pie y me dio una ovación de cinco minutos... Yo me acordé de Ugarte y de Ignacio, que decían que esto pasaría en Madrid, pero ha pasado en Buenos Aires".
Esa noche Federico, con la sensibilidad del artista y el apasionado corazón del poeta descubrió en los porteños a un público que siente y se inflama ante la fuerza del teatro, sintiéndose comprendido en su expresión creadora y en su obra no ya por académicos de formación, sino por quienes se conmueven con lo profundo de la palabra, de la música y el gesto dramático.
García Lorca participó en la vida social de Buenos Aires, cultivando su amistad con Neruda, frecuentando a Victoria Ocampo, al poeta Ricardo L. Molinari y a Salvador Novo, entre otros.
Todavía en el mes de octubre, siguió brindando sus conferencias: "Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre", "Un poeta en Nueva York", "El cante jondo. Primitivo cante andaluz".
Una noche de noviembre, posiblemente la del día 6, el poeta, escritor, autor teatral, guionista cinematográfico y periodista César Tiempo (Israel Zeitlin quien, aunque nacido en Ucrania había cumplido su primer año de vida en buenos Aires), le presentó a Carlos Gardel, habiendo ocurrido el encuentro en la puerta del Teatro Smart. Quedaron en volverse a encontrar, pero no hubo otro encuentro entre ambos.
El 20 de noviembre García Lorca y Neruda, durante una comida ofrecida por el Pen Club, brindaron homenaje al poeta nicaragüense Rubén Darío con un magnífico discurso al alimón (a dos voces).
El 1 de diciembre, Lola Membrives estrena "La Zapatera Prodigiosa", en el Teatro Avenida, con vestuario y decorados del escenógrafo catalán Manuel Fontanals.
Mientras tanto, García Lorca, figura de gran popularidad en la ciudad, recorre distintos lugares: camina por la Avenida de Mayo, por Corrientes, por la calle Florida, va al café Tortoni, asiste a la peña "El Signo", en el subsuelo del Hotel Castelar, frecuentada por la flor y nata de las letras, intelectuales y artistas argentinos y extranjeros, como Alfonsina Storni, Oliverio Girondo, Conrado Nalé Roxlo y Jorge Luis Borges, entre otros. El tango no falta y es música del gusto de Federico, especialmente "El Ciruja", con letra de Francisco Alfredo Marino y música de Ernesto de la Cruz. Otro de los atractivos de Buenos Aires para él son los dulces, de los que no se priva en su recorrida por las confiterías porteñas.
No deja de pensar en los suyos, especialmente en su madre, para quien compra numerosos regalos.
Navega entre las islas del Delta y, en el mes de diciembre, viaja a Rosario de Santa Fe, donde brinda su conferencia "Juego y teoría del duende".
Ya en enero de 1934, el día 12 Lola Membrives estrena "Mariana Pineda" en el Teatro Avenida, suspendiéndose las representaciones el día 20, por enfermedad de la señora Membrives, quien decide viajar durante el período de reposo a Montevideo y lleva a Federico a la capital uruguaya. Federico se aloja en el Hotel Carrasco, en una elegante zona del sudeste de la ciudad, desarrollando intensa actividad social y brindando conferencias. Entre sus relaciones en la capital uruguaya pueden mencionarse, entre otros, al entonces embajador de España D. Enrique Díez-Canedo, José Mora Guarnido, un viejo amigo de Granada, la escritora Juana de Ibarbourou y Enrique Amorim.
El 16 de febrero retorna a Buenos Aires.
El 1 de marzo Lola Membrives reinicia las representaciones de "Mariana Pineda" en el Teatro Avenida.
El 4 de marzo, la compañía de Eva Franco estrena con éxito en el Teatro Comedia (que estaba en la calle Carlos Pellegrini al 200), la versión de Federico García Lorca de "La dama boba", obra de Lope de Vega, que en la adaptación se convierte en "La niña boba".
La madrugada del 26, después de la función, en el vestíbulo del teatro Avenida, García Lorca junto con Fontanals ofrece una función de títeres que dedica a los cronistas de teatro y a los escritores de la ciudad de Buenos Aires, estrenando "El Retablillo de don Cristóbal y doña Rosita".
El mismo 26 de marzo de 1934, acompañado entre otros por Manuel Fontanals e Isidro J. Odena, se despide de Buenos Aires, a través de Radio Stentor, que a tal fin instaló equipos en el subsuelo del Hotel Castelar.
Lo hizo expresando, entre otros conceptos: "Cuando llegue a Buenos Aires, me pidieron que saludara al público desde el balcón invisible de la radio, y rehusé porque, dentro de mi carácter sencillo, encontré desorbitada la proposición. Tengo miedo siempre de ser molesto y me da rubor la popularidad adquirida siempre a costa del paisaje tranquilo de nuestra vida íntima.
Hoy yo mismo acudo a despedirme de vosotros, porque ya entre los que me escuchan hay muchos cientos de amigos míos.
Yo vengo solamente a dar gracias por el interés y la cordialidad con que me habéis tratado en estos seis meses. Me voy con gran tristeza, tanta, que ya tengo ganas de volver.
Ahora pienso en los días de nostalgia que voy a pasar en Madrid recordando el ahora barro fresco, olor a búcaro andaluz, que tienen las orillas del río, y el deslumbramiento de la tremenda llanura donde se anega la ciudad, en una melancólica música de hierbas y balidos. Yo sé que existe una nostalgia de la Argentina, de la cual no me veré libre y de la cual no quiero librarme porque será buena y fecunda para mi espíritu.
Adiós a todos y salud. Dios quiera que nos volvamos a ver y desde luego yo, siempre que escriba mis nuevas obras de teatro, pensaré siempre en este país que tanto aliento me ha dado como escritor. Hasta la vuelta".
El día siguiente, 27 de marzo de 1934, García Lorca partía de Buenos Aires hacia Barcelona a bordo del "Conte Biancamano", buque gemelo del "Conte Grande".
Quedó en Buenos Aires la imborrable huella de su presencia y, aunque no pudo volver físicamente, nunca dejó de estar presente en ésta capital del Plata.
En agosto de 1936, a poco de iniciarse la guerra civil "Muerto cayó Federico /- sangre en la frente y plomo en las entrañas -/... Que fue en Granada el crimen/ sabed -¡pobre Granada! -, en su Granada" y así lo recuerda Antonio Machado, abriendo con su pluma la trilogía "El crimen fue en Granada".
romi
12 comentarios:
Me gustó mucho lo de Lorca en Buenos Aires,Romi, gracias por traerlo a tu blog.
Besitos, buen comienzo de semana.
Mariela Sanchez
HOLA ROMI
LINDO HOMENAJE A LORCA. YO HE ESCRITO ALGO SOBRE ÉL Y DEBÍ PUBLICARLO HOY PERO NO TUVE TIEMPO.
ME ENCANTA RESCATAR A LOS GRANDES, SE MERECEN TODO POR SU GRAN TALENTO.
BESITOS AMIGA Y GRACIAS POR PASAR POR MIS RINCONCITOS
LO ÚNICO QUE HAGO EN CADA UNO DE LOS SITIOS ES COLGAR CUADROS Y ESCRIBIR VERSOS.
TENGO EL ARTE MEZCLADO CON LA LITERATURA.
CARIÑOS-
PD. YO TAMPOCO PUEDO COMENTAR, ME PASÉ A GOOGLE CHROME, QUE ES OTRO NAVEGADOR. SE BAJA DE INTERNET Y LISTO PORQUE SI NO NO HUBIERA PODIDO HACER NADA.
Hace poco vi la pieza "Yerma" en una version francesa, pero me quedo un gusto extraño porque la version original en español tenia una sonoridad diferente que creaba espacios dramaticos mas interiores. Garcia Lorca fue uno de los mejores escritores y poetas que he leido.
jca
Hermosa e inmensa recopilacion, la biografía de este gran poeta granadino, estrella de la generación del 27 y quizá el más grande literato contemporáneo. Sus excelsas obras teatrales, así como su poesía, dieron fe y grandeza por todos los más recónditos lugares del mundo y alcanzaron su máxima plenitud y explendor a su temprana edad.
Gracias Romi, por traer a tu blog a este gran poeta, a esta grandeza de arte y de literatura, que sin duda, sobrevivirá por mucho tiempo.
Te felicito de nuevo por la extensa bibliografía que has publicado de Federico.
Desde aquí, recibe un fuerte abrazo amiga. Juan.
Hola Romi!!!, añares de añares.
Especialmente entro con otra compu para dejarte un comentario. ME HUBIERA GUSTADO HACERLO EN TODOS LOS POSTEOS!!!!
Me encanta entrar y leer tanta letra buena... Me parece muy bueno, también como merecidamente contestan tus seguidores.
Muero por Lorca, es excelente.
Te mando un abrazo enorme con mucho cariño y muchas gracias por tus palabras.
Merci
Gracias Mariela.
Besos
Hola Lujan, si merece un lindo homenaje este gran escritor por su talento y por tantas obras que nos dejó.
Me encantaron tus blog, amo el arte tambien , te contaba que pensé en hacer este blog de Literatura y arte,pero después pensé que debía darle por separado el protagonismo que cada movimiento merece, pero repito tu blog esta muy interesante.
Quizás más adelante arme uno de arte, veré
En cuanto a ese programa lo tendré en cuenta, me alegra haberte encontrado por medio de este hermoso camino que es la literatura.
Besitos y buena semana
Gracias Galeote, Lorca se merece al menos mi humilde homenaje, nos dejó tantas obras realmente bellas, rescaté su visita a la Argentina porque fué un período corto pero muy rico en vivencias y es muy interesante leer esa parte de su vida, pues el llegó a nuestro país a dar conferencias ya que sus obras tenían mucho éxito acá.
Besos Juan, buena semana
Hola JUan, y si me imagino que Yerma por más que esté muy bien lograda nunca se asemejaría a una versión en español, pués fué escrita pensando en el rol social de la mujer en un pueblo español a principios del siglo XX que al parecer estaba condenada a las labores domésticas y la maternidad, delineando esta perspectiva la estructura familiar. Aparte pensá Federico García Lorca la escribió en el año 1924 y fué puesta en escena por primera vez en Madrid bajo la interpretación de Margarita Xirgu.
Besos Juan, buena semana que disfrutes de la primavera parisina..
!!Mercedes... hace bastante que no te leia, tambien sé que te cuesta dejar comentarios en mi blog, igual siento que estás acá siempre leyendo mis posteos y eso me alegra mucho, en realidad soy una privilegiada porque las personas bellas que conocí por este medio siempre están presente con sus comentarios y eso reconforta y me da fuerzas para seguir.
Con respecto a mis palabras en tu blog...te mereces eso y mucho más, escribis hermoso y te doy las gracias por compartirlo con nosotros.
Quizás ya leiste el comentario, anterior pero no se que pasó que se borraron dos de ellos por esa razón vuelvo a hacerlo..disculpá.
Merci,te mando miles de besitos y que tengas un buen finde
Como de costumbre regreso a tu blog para encontrarme con tu significativa manera de trasmitir, hacer recordar y enseñar. Esto es un excelente homenaje y reconocimiento a Lorca.
Un abrazo fuerte.
Gracias Jorge, me alegro que te haya gustado, estuve visitando tus blogs que son muy interesantes pero no pude dejar comentarios, no se porqué.
Cariños, buen finde
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