sábado, 24 de agosto de 2013

113 años del nacimiento de Jorge Luis Borges

Hoy se cumplen 113 años del nacimiento de Jorge Luis Borges y su obra sigue desconcertando al mundo
Jorge Luis Borges es en la actualidad un tópico gigante de conversación entre los amantes de las letras. Considerado el mejor escritor del siglo XX, se quedó sin el Premio Nobel por no creer en la democracia y considerarla “un abuso de la estadística”.
Nació el 24 de agosto de 1899 en Ginebra, pero fue tan argentino como cualquiera de sus compatriotas: un poeta tremebundo cuyos cuentos desconcertaron a la humanidad y colocaron a Latinoamérica en el mapa de la lengua castellana.
A 113 años de su nacimiento y 26 de su muerte, Borges es admirado con carcajada por quienes han leído cualquier pedacito de su obra. ¡Es imposible que supiera tanto! Exclaman los que hoy en día el mundo valora como eruditos.
A los siete años de edad escribió un cuento titulado “La visera fatal” a partir de El Quijote. Bilingüe desde niño, a la misma edad desarrolló en inglés un resumen de la mitología griega. Fue creciendo y aumentando su genio: a los ochenta años le preguntaban si era cierto que hablaba finlandés y él respondía: “Bueno, chico, el finlandés que habla todo el mundo en la calle”.
Sabía tantas cosas que a veces se aburría y mentía. Crió fama y nunca se acostó a dormir: cuando decía la verdad la gente alababa sus conocimientos, y cuando le descubrían alguna mentira en sus textos: “¡Oh, maestro, es usted un genio de la ficción!“.
Dicen que el Premio Nobel perdió seriedad al no tener a Borges
Dicen que el Premio Nobel perdió seriedad al no tener a Borges, porque ese premio lo deciden los suecos y porque todo el mundo sabía que desde Shakespeare muy pocos pudieron lograr con el lenguaje lo que Borges.
Se quedó sin el premio por su apoyo a la dictadura chilena y por aquella entrevista en la que dijo que Argentina podría tener una democracia como en 200 ó 300 años, con lo que dio a entender que un pueblo ignorante siempre escogerá malos gobernantes.
En todo caso, asumió como suya toda la literatura universal, y un rol paternalista sobre cuanto se escribió durante el siglo XX. Haber escrito “carcajada” cinco párrafos más arriba no es una burla, porque sólo a través de la risa pueden soportar los letrados de hoy en día el carácter tal vez inalcanzable de sus sentencias.
En un encuentro entre Borges y Mick Jagger fusionó para siempre al rock and roll con las letras serias. El vocalista de los Rolling Stones se encontró al argentino almorzando en un hotel de Madrid y se arrodillo a sus pies: “Maestro, yo lo admiro”.
La sorpresa de Jagger fue que Borges sabía quién era él y hasta conocía las letras algunas de sus canciones. Es que Borges también era rockero: su esposa, María Kodama, develó en 1996 que al cuentista no le gustaba que le cantaran el tradicional cumpleaños, él prefería que sus amistades lo complacieran entonando alrededor de una torta la canción más emblemática de Pink Floyd: Another brick in the wall.
A Borges hay que leerlo todo. A mí me gustaría que usted leyera al menos sus poemas y libros como “El Aleph”, “Ficciones”, “El informe brodie” y “El libro de arena”. También algún ensayo: “Historia de la eternidad”, “El tamaño de mi esperanza”…

viernes, 9 de agosto de 2013

El Jorobadito, de Roberto Arl

Esta historia, narrada en primera persona, comienza cuando el narrador, en este caso omnisciente, se encuentra en prisión recordando los hechos que lo llevaron a terminar ahí y cometer el crimen que se le imputa: haber estrangulado al jorobadito. Este último, es apodado por el narrador como "Rigoletto", un hombre infeliz y condenado por la sociedad a causa de su deformidad física. Es un personaje que parece englobar todos los defectos posibles en un ser humano, no sólo los físicos, también su conducta es calificada por el narrador como insolente, perversa, cruel, cínica, descarada,etc.
El narrador (del cual se desconoce su nombre) dice haber conocido al jorobadito en un café y le hizo reír tanto que le pareció que era "el pillete más divertido que había encontrado en su vida", aunque realmente nunca le tuvo afecto, más bien fue el jorobadito el que le dijo "me parece una persona muy de bien y quiero ser su amigo".Además el narrador nos va describiendo sus sentimientos y su forma de pensar, dice que ha padecido mucho en su vida a causa de tener una sensibilidad tan fuerte que lo ha hecho capaz de percibir hasta los pensamientos ajenos y que fue precisamente eso lo que le permitió conocer la realidad de la bajeza humana en las personas que aparentaban ser las más buenas y respetadas. Se siente solo e incomprendido y no entiende porqué la prensa, la policía y el público en general se indignan por lo que él ha hecho.Él, más bien piensa que ha librado al mundo de uno de sus peores males: ese grotesco corcovado, y declara que su desgracia de estar en la cárcel ocurrió a causa de haber llevado a la casa de la señora X al jorobado. La señora X era su suegra, una mujer vieja que él dice odiar, y es madre de su novia Elsa, a la cual describe como una mujer muy hermosa. Al parecer nunca tuvo problemas con esas mujeres y estaba muy enamorado de su novia, pero el amor se le empezó a extinguir cuando su suegra (y de forma indirecta también su novia), empezaron a sugerir que deberían de casarse pronto, y como él pensaba que el matrimonio era una terrible esclavitud, tuvo que ingeniárselas para deshacerse del compromiso matrimonial y para eso recurrió al jorobadito.Fue con el jorobado y le dijo que lo llevaría a casa de su novia para que le diera un beso, con lo cual obviamente la novia se indignaría y rompería la relación, cosa que sí ocurrió, pero la disfuncional relación entre él y Rigoletto y la insolencia de este último provocó que en un arranque de coraje terminara ahorcándolo.El autor relata esta historia en un Buenos Aires sombrío, triste, que parece reflejar la misma tristeza que envuelve al narrador el cual incluso llega a pensar que "el giboso" se asemeja a lo malvado que hay dentro de él mismo.
romi