Mira la luna ¡qué triste!
no es la misma luna
ni nosotros somos los mismos.
Hasta ayer, yo tenía la lluvia, el sol
el aire que se cargaba de tu perfume.
Tu tenías la mirada llena de sueños,
el silencio insolente de tu juventud
y nuestra explosión de cafés a media luz.
Pero… ¿para qué contarte estas cosas?
Yo no soy Dios
no tengo ningún poder para modificar el destino
porque yo sé
que las estrellas que parecen tan cercas
no será porque estire mis manos
las pueda tocar.
Hoy hay un café frío en la mesa
una caja de té de menta olvidada
y la memoria que se baña entre colillas de cigarrillos.
Yo sé, el tiempo es un largo recuerdo
¿Qué fue lo que hicimos?...
Mira la luna ¡qué triste!
ya no es la misma luna
ni nosotros tampoco somos los mismos.
Juan Carlos Alarcón
Dedicado a RM
Enlace http://www.cara-o-cruz.com/
1 comentario:
Tu tenías la mirada llena de sueños,
el silencio insolente de tu juventud
y nuestra explosión de cafés a media luz.
Pero… ¿para qué contarte estas cosas?
Juan, que bonito poema..que inspiraciòn...gracias por permitir postearlo en mi blog.
romi
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